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Estoy empapada de pies a cabeza.

Me pesa la ropa, el cuerpo, me pesa el alma.
Tengo las medias mojadas, y me es inevitable recordar cuanto odiabas que eso te pase.
Lo seguís haciendo, claro, pero ya no sé de eso, porque ahora también me odias a mi.

Voy por la tercera vuelta en este parque, sabés de cual hablo, cuando decido que ya no quiero moverme más.

Mi pies se estancan como anclas frente a ese árbol, sabés de cual te hablo, quizá no es el más lindo, pero su magia es innegable.

Lo contemplo, y después de un rato, el único sonido que puedo emitir es un sollozo, que se convierte en un grito ahogado, que termina convirtiéndose en ese llanto que conoces tan bien, el que me deja los ojos hinchados y la respiración entrecortada.
Pero no pasa nada, mis lágrimas se camuflan con el diluvio.

No hay nadie, no hay nada, solo somos yo, ese árbol y el agujero que tengo en el pecho.

Nuevamente, sé que sabes de lo que te hablo.
Hace tiempo ví rastros de un agujero así en la oscuridad de tus ojos.

El otoño, la estación de los nostálgicos, volvió cargado de recuerdos.

Basta con leer un par de versos, sentir un aroma, pasar por  una esquina, y ahí está.
En cada paso que doy, a donde sea que voy, la nostalgia me acecha como un fantasma.

Hay tantas cosas que quiero contarte
Pero ya no puedo alcanzarte
Me quedé de este lado del puente
Pero conmigo te llevo para siempre

mi vestido

Viste cuando 

conocés tan bien una canción que podes escucharla en tu cabeza a la perfección sin estar realmente escuchándola?

eso me pasa con tu risa

el recuerdo de un lugar es tan vívido que volvés cuando querés, sin moverte de donde estás?

eso me pasa con tus brazos

Debo confesar que tenía miedo a acostumbrarme.

Miedo a que se pierda la emoción que traen consigo todas las primeras veces.
Tenía miedo de aburrirme, de estancarme.
De usar tanto mi vestido nuevo, que deje de parecerme tan lindo.

Hasta que un día me tocaste 

y lo entendí. 

Te juro que lo entendí. Fue tan natural.

Como si tu abrazo hubiera estado siempre en mi, como si ahí perteneciese.

Descubrí que ahí recién, a mi sentir, eso era el amor. Aunque ya antes me creía enamorada.

Descubrí que las primeras veces realmente son inagotables, estando con alguien como vos.

Que no siempre todo es hermoso, pero que siempre siempre siempre algo se aprende. 

Que lo haría de nuevo una y otra vez, 

Que mi vestido es hermoso por como es, y no porque es nuevo.

Cadaver Exquisito

Me gusta despertarme temprano para aprovechar el día.

El cielo está gris pero estoy feliz porque estoy con vos.

Es fácil y tranquilo, parecido, muy parecido a pasear.

Nosotros la verdad preocupados.

La verdad con mirar yo puedo tocarte.

Te amo, te voy avisando nomas por las dudas.

No dudes, si yo tuviera mi propio mundo, bueno, vos sabes.

Debería pensar en qué escribir cuando es tu turno así no tardo tanto.

De todo contame lo que no sé, dame lo que me falta.

Mil hojas no me alcanzan para explicarte lo que significas para mí.

Para mi, para mi, tu estas hecha para mi, una muñequita, dulce muchachita.

Quiero reírme con vos para siempre.

Despertar de primavera.

La ciudad teñida de rosa,
como todo Septiembre,
desde que tengo memoria.

Es mi época favorita,
alfombras de pétalos acarician mis pies,
y las flores caen en las páginas de mi libro favorito.

Sin embargo, esta vez hay un cambio,
pienso y pienso tratando de descifrar qué es.

No es una ausencia, no falta nada.

Y entonces me doy cuenta,
tampoco hay algo nuevo.

El paisaje es el mismo,
pero lo veo con otros ojos.

Mi mente está abierta,
yo estoy despierta.